viernes, 15 de enero de 2010

El Adviento sin fin.


"Adviento, es un tiempo litúrgico que nos invita a detenernos en silencio para percibir una presencia". (S.S.Benedicto XVI).

Cada año, el domingo más cercano al 30 de noviembre se inicia, para los católicos, el año litúrgico, el primer tiempo de este año se le conoce como Adviento y se extiende hasta el 24 de diciembre. El Adviento está lleno de simbología y significado para los católicos. Los ornamentos del altar y las vestiduras del sacerdote son moradas, un color que simboliza austeridad y penitencia. Éste tiempo es percibido como un tiempo de oscuridad, al mundo le falta Jesus, pero por otro lado tambien es un tiempo de preparacion y de espera, una espera basada en la certeza de la pronta venida de Jesus a nuestra vida. El Adviento es un tiempo de oscuridad, silencio, espera y esperanza.
La llegada de Jesús, y que le permitamos entrar, representa la presencia del amor en nuestra vida. Dios no creó juguetes para poder jugar con ellos, ni esclavos para ser mandados por Él. Creó creaturas que pueden compartir como seres iguales en el amor. Nos dió su amor para que podamos amar, pero tambien nos dió el libre albedrio, que nos permite no sólo amar sino tambien renunciar al amor. Una renunciación al amor es dar la espalda a la responsabilidad moral hacia los demas y hacia nosotros mismos. La ausencia del amor en nuestras vidas hace de nosotros un cuenco vacio en el que todo cabe y donde no hay grandes obstáculos para que falsos ídolos e ideólogias encuentren asiento. Es, en este sentido, que siento, que la historia reciente de mi pueblo entronca perfectamente con la simbología del Adviento.
Cuando intento representarme mi patria la visualizo toda de morado, la vida de mi pueblo, aparentemente, no puede ser mas austera y la penitencia no podria ser más larga, vivimos a oscuras, como en un largo Adviento, pero éste no sólo es un tiempo de oscuridad y silencio, tambien es un tiempo de preparación y esperanza. Tengo la impresión que muchos de nosotros o no tenemos esperanza o sencillamente la hemos situado en un lugar fuera de nosotros, donde quedamos a salvo de nuestra responsabilidad para ejercer la libertad de vivir en medio del amor y la verdad, es fácil ceder a esta tentación, no nos damos cuenta y nos traicionamos a nosotros mismos, vamos posponiendo cada dia ese necesario exámen de conciencia. Asumir el control y la responsabilidad por nuestra libertad duele, pero vale la pena, sólo cuando hagamos esto estaremos creando las condiciones propicias para el cambio. La sociedad no es un cuerpo inerte, esta formada por hombres y si queremos que la sociedad cubana cambie tenemos que empezar por nosotros mismos, tenemos que recordar que el Mesías habita en nosotros sólo espera a que volvamos la vista hacia Él para que se haga el milagro del amor y la libertad. Necesitamos recuperar la fe.

domingo, 10 de enero de 2010

El paraiso perdido.


De nuevo frente al mar, una vela, la brisa y un olor a salitre que no siento, me lo tengo que imaginar. No es el unico olor que no siento, las masas de cerdo fritas no huelen a cerdo, el pollo no huele a pollo y tampoco sabe a pollo. Otro problema es el color, el cielo no es azul, es otra cosa, el verde de los arboles es otro verde, o sencillamente no es. Nada huele como debería, o sabe como debería, o tiene el color que debería. Aquí, donde nada es lo que debería ser y donde yo no debería estar, soy libre.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
 

Large Visitor Globe
Creative Commons License
This work is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 United States License.