jueves, 25 de junio de 2009

La banda sonora de mi vida



A mi hermano le debo el gusto por la música y en especial por el rock. La música inunda toda la casa, mi hermano esta sentado frente al tocadiscos Sanyo , el primer tocadiscos más o menos decente que entro al país después de la revolución, obsesivamente mide la distancia entre los altavoces y calcula donde poner el sillón para que el sonido llegue a él con la calidad óptima, hace marcas en el piso con lápiz para saber exactamente donde van los altavoces y asegurarse que no se han movido de lugar , se sienta y comprueba una y otra vez si lo escucha bien, revisa la aguja, le quita el polvo con un pincel , busca el disco de Woodstock lo examina detenidamente asegurándose que este limpio , si no es así lo lava con agua y jabón, eso no deja ni una partícula de polvo. Aquellos discos eran un tesoro conquistado a fuerza de mucho sacrificio, no se conseguían en ningún lugar, no se vendían en las tiendas estatales de discos, que además eran las únicas tiendas, pues todo era estatal, casi siempre llegaban al país de manos de un marinero, diplomático o familiares de diplomáticos, músicos o funcionarios del gobierno que salían al extranjero, allí los compraban, unas veces con la idea de revenderlos en Cuba y otras por simple placer. Una vez en el país pasaban de mano en mano de forma clandestina, se vendían a precios elevadísimos en el mercado negro y costaba mucho localizarlos, no había un catálogo para escoger, había que fajarle a lo que apareciera, de manera que quien lograba entrar en posesión de uno de aquellos discos, sentía que eran mucho mas que una placa de vinilo, llena de surcos. Yo sentía y aún siento una gran veneración por aquellas placas, las portadas con una estética tan diferente al mundo en que vivía, llenas de colores e imágenes llamativas, plagadas de nombres que entonces me sonaban raros, como, Santana, Rush, Black Sabbath, Deep Purple, Led Zeppelín, Emerson Lake and Palmer, King Crimson, Osibisa, The Doors, Pink Floyd, una lista interminable. Cuando todavía yo correteaba en calzoncillos por la casa y apenas balbuceaba unas pocas palabras, los Beatles colmaban todo mi espacio sonoro, de esa manera nadie se sorprendió que aprendiera mis primeras palabras en Inglés a temprana edad “don´t let me down”. Cuando mi madre llamaba a comer nos sentábamos a la mesa con Jimi Hendrix de fondo, en Woodstock, tocando “Star Spangled Banner”, aquel sonido envenenado no era precisamente lo mejor para la digestión, quien la conoce sabe bien de lo que hablo y mis padres que ya pasaban de los 50 resistían pacientemente. Justo ahora me doy cuenta del tremendo esfuerzo que seguro hacían por amor a nosotros, y digo nosotros porque en la época que cuento se trataba de mi hermano y yo era un simple espectador, pero la verdad es que también disfrute de la misma libertad cuando me llego mi hora. Debe haber sido difícil de conciliar tener un hijo roquero, y con pelo largo, con las orientaciones del partido que tildaban de diversionismo ideológico oír a los Beatles o llevar melena, aquello era mucho mas que una orientación del partido, no eran raros los casos de lugares donde la policía del pueblo le echaba mano a un melenudo en la calle y lo pelaba a la fuerza en la estación de policía, o que expulsaran a alguien de la universidad por escuchar la música del enemigo, todo en nombre de la justicia revolucionaria, la unidad y la lucha de clases. Cómo se las arreglarían mis padres para acomodar esto en su cabeza, es algo que nunca les he preguntado y ahora quizás ya sea demasiado tarde para hacerlo. En medio de aquel ambiente crecí y desde pequeño imitaba a mi hermano, había días que arrancaba a poner música a las nueve de la mañana y no paraba como hasta la una, siempre en un tocadiscos viejo que había en casa y que era como una maleta, la tapa era el altavoz, de color gris, me parece estarlo viendo, creo que aún esta en algún rincón por casa de mis padres, donde no se tira nada, no fuera a ser que luego hiciera falta. Tenia una colección de discos para mi uso muy variada, cuentos infantiles grabados en los años 50, algunos de 33 rpm y otros de 72 rpm, estos últimos de color rojo, ahí escuché "La caperucita roja", "Los tres cerditos" , "Cenicienta", "Estudios para piano de Chopin", "Rapsody in Blue" de Gershwin, "La orquesta Aragón", "Carlos Puebla", y muchos otros que no recuerdo. Había un disco de 45 rpm que tenia “La internacional” por una cara y por la otra una pieza que decía “…ese monstruo sin piedad, que es la guerra imperialista, se ha llevado a muchos niños, y hoy nos vuelve a amenazar…” creo que se llamaba "Todos los niños del mundo", aquella letra era como la banda sonora de una película de terror, ahora lo pienso y no se me ocurre otra cosa más que fuera inspirada por el terror revolucionario, no se como no me traumaticé y junto conmigo toda la generación que escuchó semejante bazofia, aunque pensándolo bien quizás se salieron con la suya, y sí, nos traumatizamos. La infancia de mi generación esta llena de cosas como esta, cada día de nuestra vida escolar empezaba con un “pioneros por el comunismo, seremos como el Che”, quizás ahí este una de las claves para entender como se maniato la voluntad y las ansias de libertad de más de una generación.
Han pasado más de 30 años y aún mi hermano sigue siendo un melómano incurable, se mudo de país, aunque no de hemisferio, ya peina canas y es abuelo, en el piso hay unas marcas que señalan donde colocar los altavoces . Mis padres aún están en Cuba, ellos siguen escuchando la misma música. Por mi parte yo también cambié de cielo y pagué ese y otros precios para ser libre, no sé que habría sido de mi vida sin aquellos discos y aquella música que mi hermano me enseñó a apreciar y atesorar, escucharlos era una afirmación de independencia y ansias de ser, eran el sonido de la libertad, de un mundo diferente, lejano, prohibido y seductor, también doy gracias a mis padres por dejar junto a Carlos Puebla y La Internacional a Chopin y a Gershwin, quizás sin proponérselo, todos me mostraron que el mundo era mucho más complejo que el monstruo imperialista y la lucha de clases. Gracias a mi familia por esbozar la banda sonora de mi vida.

4 comentarios:

  1. Exito en su blog!
    La familia es la base de todo... sus recuerdos sin querer me llevaron a los mios con aquellos viejos discos LP. Lastima de la familia separada, pido a Dios sus padres se encuentren bien al igual que Ud. y su hermano.
    Saludos y con seguridad seguire sus posteos.
    Tampico

    ResponderEliminar
  2. Cono mi herma tu eres un caballo, la verdad, yo estoy encantado con este blog que lei, que por cierto has sido el primero. Sabes que siempre me ha gustado habalar contigo porque tienes una forma de comunicacion increible y de ti siempre aprendi mucho y lo sigo haciendo. Cuando me dijiste del blog me puse tan contento. Vaya para serte sincero me hiciste el dia.
    Mi sugerencia es la siguiente: Los Blogs los puedes hacer mas cortos si quieres llegar a la gente mas rapido, vaya si esa es tu meta. Por mi no, porque yo me quedo aqui hasta cuando se acabe, a mi me encanta leer y mas sabiendo que viene de ti, pero no se trata de eso o si. Se trata de que la gente lo lea no????.
    Saludos, tu socio del Imperio, jejeje
    Sigue por favor no pares de escribir estos blogs, yo estare aqui leyendolos

    ResponderEliminar
  3. Me siento muy orgulloso de ser parte de tu hstoria sin haber hecho nada para conseguirlo, solo ser tu hermano. Te quiero mucho....me voy a oir Van der Graaf Generator..."Refugees". IYA

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
 

Large Visitor Globe
Creative Commons License
This work is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 United States License.