martes, 23 de febrero de 2010

El rostro de las víctimas.

No parece creerme cuando le digo que en Cuba hay una dictadura, tampoco parece creerme cuando le digo que el gobierno es despiadado con quienes le hacen frente, no ha escuchado nada de los presos de conciencia, de manera que esta convencida de que no existen. Dice que todo parece muy tranquilo en Cuba, que los estudiantes no protestan, las marchas multitudinarias de apoyo a la Revolución llenan titulares, que la salud es una maravilla, que la educación es extraordinaria, que lo bien preparados que estamos, que si el embargo norteamericano es el culpable de todo. Casi con lágrimas en los ojos me dio la noticia de la victoria de Obama en las pasadas elecciones en USA, me dijo "no te alegras, ahora seguro mejora la cosa en Cuba", no entendió cuando le dije que el problema de Cuba era entre el gobierno de Cuba y su pueblo, que Obama me daba igual.

Hace unos minutos acabo de leer la noticia del fallecimiento, en La Habana, del preso de conciencia Orlando Zapata Tamayo, tras más de 80 dias de huelga de hambre, buscando que sea reconocido su status de preso político, algo que ya hizo amnistia internacional.
Mañana le contaré a mi amiga, no me hago ilusiones, seguramente me mirará con incrédulidad, a lo mejor piensa que es un mercenario al servicio de la CIA, lo cual, a sus ojos, lo despoja de toda humanidad y lo hace merecedor de su destino, podría ser que no me escuchara pues el calentamiento global no deja lugar en su cabeza para otra cosa, pero lo más probable es que se quede sin saber que decir. No es tan sencillo mirar el rostro de quien acaba de entregar su vida por defender las ideas en las que cree, no es tan sencillo mirar el dolor de una madre y seguir indiferente, no será fácil que me mire a los ojos y no vea que tengo el alma rota de dolor. Esta vez mi amiga tendrá que mirar a los ojos de las víctimas.

Que Dios tenga en la gloria a Orlando Zapata Tamayo, todo mi apoyo para sus familiares y los mas de 200 presos de conciencia que estan actualmente en cárceles cubanas.

viernes, 19 de febrero de 2010

Acerca del hombre invisible.


El mimetismo es la capacidad de algunos seres vivos de confundirse con otros de su entorno o en algunos casos con el entorno mismo(camuflaje) para obtener alguna ventaja funcional, de esa manera se protege de depredadores o atrae presas a su entorno en los casos que ejerce, él mismo, como depredador.


Los humanos también tenemos esta capacidad con la singularidad de que, al ser seres pensantes, el mimetismo se pone en funcion de llenar necesidades que pertenecen al reino de nuestra vida interior, no es casual que grandes grupos sociales compartan gustos por determinada música, maneras de vestir, costumbres, respeto por determinados valores y tradiciones, se trata de fenómenos complejos pero en los que el mimetismo como recurso adaptativo juega un papel fundamental. Movidos, ya sea por la necesidad de ser aceptado dentro del grupo, o por la busqueda de un entorno seguro en el que reconocernos, intentamos confundirnos con la masa, no destacar demasiado, evitamos la discordancia.


En las sociedades totalitarias, el poder pone particular empeño en uniformar a los individuos, lo que juega un papel adaptativo(busqueda de aceptación, seguridad, etc), y que se da como un fenómeno natural en todos los humanos, es potenciado por quienes ostentan el poder hasta el punto de que se convierte en las cadenas, invisibles, que atan la individualidad y anulan la iniciativa.


Si algun osado se atreve a desafiar la monótona uniformidad, no faltará el pronto recordatorio de los riesgos que implica ser auténtico: persecusión, cárcel, y lo peor, el rechazo del grupo, no hay que olvidar que se esta poniendo en peligro su sensación de seguridad.


El precio de ser uno mismo, de no perder nuestra singularidad, es la soledad, vale la pena, pero hay que estar dispuesto a pagarlo.


Imagenes: Liu Bolin, pintor y escultor chino, en sus trabajos no utiliza retóque fotográfico.

lunes, 15 de febrero de 2010

In Every Dream Home A Heartache




Roxy Music "In Every Dream Home A Heartache". Lyrics.

(Ferry)

In every dream home a heartache
And every step I take
Takes me further from heaven

Is there a heaven?
I`d like to think so

Standards of living
They are rising daily
But home oh sweet home
It only a saying

From bell push to faucet
In smart town apartment
The cottage is pretty
The main house a palace

Penthouse perfection
But what goes on
What to do there
Better pray there

Open plan living
Bungalow ranch style
All of it's comforts
Seem so essential

I bought you mail order
My plain wrapper baby
Your skin is like vinyl
The perfect companion
You float in my new pool
Deluxe and delightful
Inflatable doll
My role is to serve you

Disposable darling
Can't throw you away now
Immortal and life size
My breath is inside you
I'll dress you up daily
And keep you till death sighs

Inflatable doll
Lover ungrateful
I blew up your body...
But you blew my mind

Oh Those Heartaches
Dreamhome Heartaches

Oh Those Heartaches
Dreamhome Heartaches

Oh Those Heartaches
Dreamhome Heartaches

Oh Those Heartaches
{Fades out then back again}

domingo, 7 de febrero de 2010

¿La vida sigue igual?


La escuela estaba junto a la iglesia, era un antiguo colegio de monjas que había sido "intervenido" por la Revolución, en aquellos años en que fueron barridos curas, monjas, crucifijos, rosarios, y Dios se fué a la clandestinidad. Eramos muchos en el aula de segundo grado, la generación de la explosión demográfica de finales de los 60, el aula era enorme, de puntal alto, con grandes ventanas que daban a la calle, y muy iluminada. Yo me sentaba en una mesa hacia el fondo, a mi lado se sentaba una niña que habia llegado nueva, a la escuela, hacia sólo unas pocas semanas, casi no hablabamos, recuerdo que se comía los lápices y siempre tenía la boca y el uniforme sucio de grafito, era inteligente pero muy chapucera, en esto haciamos una buena pareja pues mis libretas estaban simpre saturadas de borrones y dibujos, y de mi letra mejor no hablar, aún hoy, es horrible. Una mañana la maestra nos avisó que al día siguiente no tendriamos clases, en lugar de eso iriamos al cine, a ver "La vida sigue igual", película que protagonizara Julio Iglesias y que, aunque yo entonces lo ignoraba, era el acontecimiento del año en el pueblo y me temo que en todo el país. No había terminado de decir esto, la maestra, una niña , gordita, y rosada como una manzana, que vivia cerca de mi casa, estalló en llanto , inconsolable, no paraba de llorar, se puso roja como un tomate, hubo que sacarla del aula, sólo repetía "por qué me tenía que pasar esto a mi", un rato después, durante el recreo, un niño , no sé de donde sacó la información de que la causa en cuestión del llanto era que sus padres se estaban divorciando, casi ningun niño sabía bien de que iba la historia pero a juzgar por el llanto de la niña estabamos seguros de que no era nada bueno, yo me consolé pensando que a mi no podría sucederme nada parecido pues mis padres eran mayores y los viejos simpre estan juntos, me preocupaba que se murieran pero divorcio, no, eso no me sonaba, los viejos no se divorcian, cómo fué que llegué a esa conclusión, la verdad es que lo ignoro, pero me sirvió de consuelo durante mucho tiempo, no obstante, esa noche, los estuve estudiando, me fuí a la cama, como a las 8, sin haber notado nada que se pareciera a un divorcio, cualquiera que fuera el significado de esa palabra , pero no dormi bien.
El cine del pueblo tenía un montón de años, los asientos no eran butacas sino bancos de madera, bastante incómodos, no tenía aire acondicionado, sino ventiladores viejisimos que no siempre funcionaban, los dias de mucho calor dejaban las puertas laterales de salida abiertas, para que circulara un poco de aire. Aquel día daban una tanda extra para que los niños de las escuelas vieran la película, no tengo idea de quien habra sido la idea, pero, en medio de la locura revolucionaria y en un pueblo del interior, todo es posible. Salimos de la escuela formados de dos en dos, tomados de la mano, a mi lado iba mi compañera de aula, mientras andabamos se me ocurrió que ella era mi novia y ya empezaba a convencerme cuando la maestra se inclinó delante de mi a recoger algo que se le había caído al suelo, eran los años de la minifalda y mi maestra tenía unos muslos preciosos, en más de una ocasión la espié en clases para verle los muslos y alguna que otra vez las nalgas, esta vez la emoción me duro poco, pasabamos en ese momento cerca del policlínico del pueblo y recordé que el novio de mi maestra era mi dentista, él se empeñaba en llenar mi boca de hierros y en sacarme alguna muela de vez en cuando, yo, en venganza, le vacilaba a su novia pero tenía la sospecha de que podría ser al reves y él era quien se vengaba de mi, nunca supe la verdad, ese día no fue difícil reconciliarme con la idea de que mi compañera de aula era mi novia. Recuerdo el cine a oscuras, no le solté la mano en toda la función "...siempre hay por quien sufrir y a quien amar...", algunos niños estaban dormidos, entre los mayores se escuchaba algun que otro sollozo, la de los padres divorciados lloraba a moco tendido "...unos que nacen , otros moriran, unos que rien , otros lloraran...",el sonido del proyector cuando se termina un rollo y cambia de proyector, silbidos, la acomodadora mandando a callar y poniendo orden entre los niños que se alborotan con tanta algarabia, yo callado, mirando con ojos de adulto a mi alrededor, mi compañera, es decir mi novia, tampoco dice nada, tiene los ojos clavados en la pantalla, tengo la mano acalambrada y sudorosa de no moverla "...los buenos quedan los demás se van...",se encienden las luces, mi novia me suelta la mano sin decir nada, los adultos aplauden y los niños que quedan despiertos se suman al bullicio general, empezamos a salir del cine, un sol intenso nos encandila, en mi cabeza resuena "...la vida sigue igual..."
He visto muchas películas desde entonces, más de un melodrama y hasta he protagonizado alguno, aquella fué la única vez que le tomé la mano a mi compañera de aula, nunca le dije que habiamos sido novios y aunque ella no me rechazó la verdad es que tampoco habló nunca del asunto. Al año siguiente yo cambié de escuela y la perdí de vista por muchos años. Terminé abandonando el pueblo a los 11 años y regresé cuando ya era un hombre.
Un día hablando con mi madre, que seguía en el pueblo, me contó de una muchacha, a la que su esposo, que era policia, le había disparado, decian que en un arranque de celos, y después él se había suicidado. No le puse mucha atención al asunto pues mi madre, nada más yo entrar por la puerta de la casa, acostumbraba a hacerme toda la crónica roja del pueblo, desde mi última visita hasta la fecha, un compendio de noticias que incluian divorcios, suicidios, robos, crimenes, los que murieron "de algo malo", estos últimos eran casi todos los fallecidos del pueblo, no importaba que yo no tuviera idea de quienes eran, ella me lo contaba igual, sin perder ni una gota de entusiasmo, yo la escuchaba. Resultó que un tiempo después de aquella conversación me encontré un amigo de la infancia, y hablando de los tiempos de segundo grado me empezó a contar de mi antigua compañera de mesa, recuerdo que me dijo "que estaba buenisima", que si yo la viera ahora , que si "era un mujeron" y por último me dijo "y pensar que el marido por poco la mata a tiros", efectivamente, era la muchacha del cuento de mi madre. Por esos dias logré verla de lejos en la calle, mi amigo tenía razón, era una mujer preciosa, me acerqué a ella e intercambiamos unas palabras. Me encantaria decir que la tomé de la mano, que nos seguimos viendo, que fuimos felices, y comimos perdices, pero nada de esto pasó, apenas me recordaba y algo, en sus ojos, parecía como ausente. Tambien pregunté por mi maestra de entonces, resultó ser una señora que había protagonizado, hacia pocos años, una de las historias lesbicas más sonadas del pueblo y que tambien ya yo había escuchado de boca de mi madre, sin darme cuenta que se trataba e ella, dicen las malas lenguas que fueron sus muslos los que enloquecieron a su amante, una mujer casada y directora de la escuela. De mi dentista, el novio de la maestra, nadie me pudo dar razón. Aún hoy me da pánico el dentista, tanto que casi no me quedan dientes sanos. La gordita del llanto seguía siendo vecina de mis padres, aún estaba gorda, se encontraba felizmente casada y tenía dos niñas igualmente gorditas y rosadas.
Por último, él que les habla se marchó definitivamente del pueblo, de la provincia y de Cuba, perdió de vista a todos los protagonistas de esta historia, o al menos eso cree. Hay dias en que el pueblo regresa a mi, sin pedir permiso, en dias como esos me pregunto cuanto de mi se ha ido y cuanto de mi aún está sentado en un banco de madera, en ese viejo cine de pueblo, tomado de la mano de mi compañera de aula mientras, en la pantalla, "...la vida sigue igual..."
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