domingo, 11 de octubre de 2009

Desclasificado.

La Habana, 13 de Septiembre de 1969. “Año del Esfuerzo Decisivo”.

Del grupo de trabajo número 1 al Departamento de Propaganda Ideológica (DPI).

Compañeros:
Tal como se nos orientó, hemos reunido un grupo de músicos de probada fidelidad a la Revolución. Todos están entusiasmados con el proyecto, y entienden su importancia así como el estricto secreto que debe mantenerse para que no se filtre información al enemigo. Se está trabajando en jornadas de 20 horas, todo el personal está acuartelado. Le adjunto algo de lo que tenemos hecho a partir del material que se nos proporcionó, como vera esta incompleto. Ya se hizo el arreglo musical pero aún se esta escribiendo la nueva letra en Español, de manera que esta refleje la gesta histórica en la que esta inmerso todo nuestro pueblo, bajo la sabia guía de nuestro comandante en jefe. Entendemos que nuestra misión es proteger a nuestro pueblo de la decadente cultura imperialista, y no cejaremos en este empeño. También le enviamos una propuesta de imágenes para ilustrar el material, algo en lo que ha estado trabajando la gente de Santiago.
Revolucionariamente: XXXXXXXXXXX


La Habana, 27 de Septiembre de 1969. “Año del Esfuerzo Decisivo”.

Del estado mayor del Departamento de Seguridad del Estado (G2) al Departamento de Propaganda Ideológica (DPI).

Compañeros:
Le comunico que en la tarde de ayer fue lanzado el disco Abbey Road en Londres, según nos comunicó nuestro hombre en la Apple al parecer fué detectada la falta de parte del material grabado y la compañía decidió adelantar el lanzamiento del disco en Inglaterra para el 26 de Septiembre en vez de el 1 de Octubre como estaba previsto que se haría también en USA. La operación de sabotaje que realizo nuestro agente al introducir un grillo en el estudio de grabaciones parece ser que fué contraproducente, puso en alerta a la compañía y en vez de retrazarlo, precipitó el lanzamiento del disco, lo que hecha por tierra nuestros planes. Le rogamos tomar las medidas pertinentes.
Revolucionariamente: XXXXXXXXXXXX

La Habana, 28 de Septiembre de 1969. “Año del Esfuerzo Decisivo”.

Del Departamento de Propaganda Ideológica (DPI) al grupo de trabajo número 1.

Compañeros:
Proceder a abortar la operación y disolver el grupo de trabajo. Agradecer a todos los compañeros su esfuerzo y recordar el compromiso con la Revolución, el cual será premiado a su debido tiempo.
Revolucionariamente: XXXXXXXXXXX.

La Habana, 28 de Septiembre de 1969. “Año del Esfuerzo Decisivo”.

Del Departamento de Propaganda Ideológica (DPI) al grupo de trabajo número 2.

Compañeros:
Activar grupo de trabajo. Se autoriza incorporación al grupo de los compañeros que estaban siendo reeducados en las Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP) siempre y cuando exista el compromiso por parte de estos de poner su talento al servicio de la Revolución. Debe enviar reporte diario de los progresos realizados. Al frente de la tarea estará la compañera Haydee Santamaría.
Revolucionariamente: XXXXXXXXXX.

Música: Tomada del disco "Here comes...el son".
Imagenes: Tomadas de la película "Soy Cuba" 1964.

sábado, 10 de octubre de 2009

¿Por qué me siento exiliado?


Por estos días se cumplen tres años que abandoné Cuba. En mi peregrinaje pasé por México, USA y ahora estoy en España, especialmente aquí me he encontrado mucha gente, y hablo de gente de buena voluntad, que no entiende bien por qué me siento un exiliado y no un emigrante, pensaba escribir algo dirigido a esa gente cuando ayer leí, en el Nuevo Herald de Miami, un articulo de Vicente Echerri titulado “Exilio por 30 años” referido al mismo tema, después de leerlo siento que no tengo mucho más que agregar así que voy a dejar que él hable por mi, e incluiré unos fragmentos de dicho articulo.

“...``Acabo de llegar'', porque este mundo donde hace 30 años que vivo y trabajo y amo y espero no es más que un ámbito ilusorio y provisional para el auténtico exiliado (cuidado, hay muchos que dicen serlo pero que no son más que emigrantes que residen fuera de su país); el exilio es un pathos, una desazón y una inconformidad, una pérdida y un anhelo insatisfecho y permanente por el país perdido que sigue siendo el único real, aunque se trate de una nación envilecida y fracasada que, objetivamente, no valga la pena.
A diferencia de los regímenes autoritarios, el totalitarismo es un fenómeno devastador, sobre todo en su versión marxista. La ruptura de las tradiciones, la anulación o consciente adulteración del pasado, la inducida perversión de los hábitos ciudadanos, la fealdad impuesta, la miseria que siempre resulta de la ausencia de una clase empresarial, la desesperanza que se genera cuando falta el ánimo del lucro, la represión policial, el oportunismo grosero y el escepticismo son algunos de los rasgos distintivos del más atroz, anómalo y perverso de los sistemas políticos.
De todo eso me distanciaba gozoso en la tarde del 7 de octubre cuando abordé en La Habana el avión de Iberia que me llevaría a España en un viaje sin regreso a plazo fijo. Ahora bien, esa sociedad asfixiante y en quiebra era, a un tiempo, el espacio donde había transcurrido hasta entonces la totalidad de mi vida y, en consecuencia, estaba inextricablemente unido a ella, por entrañables lazos de sangre que se hundían en el tiempo, por nexos de amistad, por idioma, por historia y cultura compartidas. Renunciar a Cuba era una petición imposible, era como pedir que me muriera; y casi lo mismo habría significado el no alejarme del espacio físico donde enteramente lo cubano se degeneraba y se travestía. El exilio consiste en esa traumática opción.
No sé si alguna vez pueda volver --aunque casi a diario sueño que transito por las viejas calles de mi ciudad natal. La desfiguración del país perdido puede llegar al extremo de convertirlo en una verdadera utopía, es decir, en un lugar ninguno que carece de una existencia íntegra fuera de los lindes de la imaginación o la memoria. Llegado a ese punto, tal vez la esperanza o el sueño del regreso, que no el regreso mismo, sea la más auténtica razón de ser de un exiliado.”

(C)Echerri 2009
Enlace al artículo completo de Vicente Echerri: http://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/columnas-de-opinion/story/561242.html

lunes, 5 de octubre de 2009

Cerrado por reparaciones.

Desde hace unos 20 dias tengo problemas con el ordenador y dificultades para administrar el blog, publicar,etc. Estoy trabajando en el asunto, a los que han pasado por aqui y no ven nada nuevo mis disculpas, he intentado mantener el ritmo de un post semanal pero esto se me escapa de las manos. Pienso en los que administran sus blogs desde Cuba y los entiendo mejor, es increible lo que hacen. En cuanto este listo volveré, o lo haré de manera irregular según tenga alguna solucion, aunque sea temporal. Gracias.

domingo, 13 de septiembre de 2009

La calabacita (música de Ciro).

lunes, 7 de septiembre de 2009

Ahora recuerdo...


Hace cuestión de unos días tuve noticias de un amigo que acabó de llegar de Cuba y estaría unos días por aquí. Lo contacté y quedamos una tarde para vernos. La verdad es que estaba ansioso por abrazarlo y saber algo de los míos. Nos encontramos cerca del mar, era ya tarde cuando alcance a verlo, a pocos metros de la playa. No sé por qué me cuesta estar lejos del mar, pero esa es otra historia. Después de los consabidos abrazos empezó mi amigo a hablar, y no podía detenerse, de lo mal que estaba aquello, de que no veía salida a sus problemas, de lo mucho que se acordaba de mi, cuando yo le decía que aquello era una mierda y un disparate, de que no quería emigrar, que no soportaba la idea de estar lejos de sus hijos, y yo diciéndole que para emigrar había que pensarlo muy bien. Trasmitían sus palabras, y todo su cuerpo, una sensación de agobio que me transportó, automáticamente, al hombre que yo era antes de escapar de Cuba, me veía a mi mismo un montón de libras menos atrás, tengo que decir que encontré a mi amigo extremadamente flaco y él a mi extremadamente gordo. Mi amigo no dejaba de hablar y yo me iba apagando, viajando en una máquina del tiempo, a cada minuto me sentía peor, cuando me dijo que Raúl quería, de verdad, hacer cambios, pero que Fidel no se lo permitía, fue como si me diera un tiro de gracia. Sentí tanta pena por mi amigo y por lo que él representa. Él es un buen hombre, lo único que quiere es vivir en paz, trabajar, y que su familia tenga una buena vida, no entiende mucho de política y le cuesta dudar de las intenciones del gobierno, mi amigo es un cubano talentoso en su trabajo y se parece a muchos otros cubanos; su actitud, y su visión de la realidad, me recordó cuan lejos estamos, los cubanos, de la democracia, si no podemos identificar el problema, cómo vamos a cambiar nuestra realidad. Una vez más acudió a mi mente aquella sensación de aislamiento que sentí tantas veces en Cuba al sentirme incomprendido y ver que la mayoría de los que me rodeaban, aunque descontentos con su vida, sonreían, y se llenaban de esperanza, al primer guiño que les hiciera el gobierno, olvidando décadas de desengaños. Esa noche no dormí bien, tuve pesadillas y desperté con el sonido de la voz de mi madre en mi cabeza, estuve tratando toda la noche de recordar como me decía, para llamarme, pero no estoy seguro de lo que recuerdo, tengo una sensación de tristeza que ya dura varios días. Mi amigo regresará a Cuba en breve, lo despediré con un abrazo y la sensación de que todos hemos perdido algo, los que están en la isla y los que nos marchamos.

domingo, 30 de agosto de 2009

Lo que se dice, en la red, de "Menudos Pedazos".


La muestra que hoy nos ocupa, es el conjunto Menudos pedazos.
Si deshecha en menudos pedazos… Si, si ya se que esto no es un refrán.
Aquí...desecha en menudos pedazos.
Con Menudos Pedazos solo deseo hablar de mi.
Menudos pedazos de frikis.
Si deshecha en menudos pedazos llega a ser mi bandera algún día.
Hacerla menudos pedazos.
La que se hace de pedazos muy menudos, como la de calabaza.
Si deshecha en menudos pedazos sin pueril y romántico alarde.
Aplastarlo o quebrantarlo en menudos pedazos.
Durante la exposición de Menudos pedazos en el Museo Nacional de Bellas Artes.
Quitar un cacho o pedazo. ESCACHIFAR.
¿Menudos? Pedazos de cantantes los que ayer se subieron al escenario.
Hacía menudos pedazos toda la ropa que habían tomado.
Merece que le hagan pedazos.
Que ha regresado en menudos pedazos a esta isla desierta.
El largo pregón de los menudos pedazos.
Los hacían menudos pedazos, los escupían y otras cosas.
Entonces se echarán dentro una libra de almendras hechas menudos pedazos, y sin cascarilla.
Menudos pedazos de subnormales, y no lo son mas porque no pueden.
Las arvejas con guineos verdes en menudos pedazos.
Menudos pedazos de "socialitas estai echos”.
Porque menudos pedazos de troncos llevamos.
Habiéndolas hecho su dueño menudos pedazos.
¡Menudos pedazos de electrones!
Rompió su bastón en menudos pedazos.
Triperío, bártulos, cosas viejas, menudos, pedazos de cosas.
Envuelta en la bandera, desnuda en menudos pedazos.
Menudos pedazos de arco iris.
En menudos pedazos dividida la nube que ya es flor.
Menudos pedazos de músicos; además de muy “salaos”.
Que menudos pedazos de temas que tienes expuestos aquí.
Menudos pedazos es venenoso.
Menudos pedazos de sinvergüenzas están hechos.
Menudos pedazos de terroristas, que peligro público.
Jajaja, menudos pedazos.

sábado, 29 de agosto de 2009

Leyendo "Doctor Zhivago".


Acabo de terminar la lectura de “Doctor Zhivago” de Boris Pasternak, un libro que recomiendo. Me impacto el parecido con Cuba, especialmente en la actitud de los personajes frente al fenómeno de la revolución, y la posterior evolución de cada uno de ellos a medida que se iba radicalizando el proceso y consolidando el poder revolucionario. Me vino a la cabeza el recuerdo de mucha gente en Cuba, gente que conozco muy bien, algunos que compartimos la misma sangre, personas, en muchos casos, a las que amo, siempre me ha parecido un enigma como tanta gente pudo abrazar una ideología tan retorcida, es algo que no alcanzo a comprender del todo y “Doctor Zhivago” me lleva una vez más por esos caminos. Es frustrante y doloroso ver como la historia se repite una y otra vez, una gran masa de pueblo se lanza ciegamente tras el carro de la revolución, tras un vendedor de ilusiones que solo persigue esclavizar a ese mismo pueblo, el ejemplo más reciente lo tenemos en Venezuela. Zhivago podría llamarse perfectamente José, y Moscú podría ser La Habana, Yuriatin cualquier pueblo del campo cubano, y el destino de esos hombres el mismo, un montón de vida cercenada y atrapada por la idolatría que representa una ideología o un caudillo. La libertad es inherente al espíritu y a la vida misma, esa libertad no se puede traicionar pues, al hacerlo, estamos traicionando la esencia de la vida, vendrán entonces tiempos de dolor y pobreza material y espiritual. No me hago ilusiones sobre la sabiduría de las masas y cosas así, por desgracia aún después de 50 años de dictadura hay gente que todavía cree en la revolución, o que sencillamente la defiende por mantener a salvo la poca seguridad que tiene, pero también creo que en cuanto el poder de los primeros signos de debilidad, esa misma masa, que los puso allí, los sacara del camino y se lanzará tras el primero que encabece la revuelta. Ojalá llegue al poder un grupo de hombres interesado en que gobiernen instituciones, no hombres, y que el respeto por la libertad del hombre sea el principio sobre el que todo se construya. Dios quiera que la historia de “Doctor Zhivago” no se vuelva a repetir nunca más en nuestra tierra.

viernes, 21 de agosto de 2009

La huida.


La abracé durante toda la noche, tiritaba de frío. La mar batía sin cesar, las olas barrían la cubierta de la embarcación de una banda a la otra, estábamos atados por una cuerda al palo mayor. Confieso que estaba muerto de miedo. Ella no cesaba de llorar, entre sollozos se encomendaba a la virgen de La Caridad, “ay, diosito, cuídanos, sácanos de ésta, dios te salve María…”
Mi madre me pidió que no me fuera, y mi padre se quedó con la mirada clavada en el suelo cuando se lo dije. No los escuché, tenía que irme, no aguantaba más aquella mierda. A ella le pasó otro tanto, según me contó. Nos conocimos en medio del diente de perro, yo había ido armando la balsa poco a poco y la dejaba escondida entre la maleza, a pocos metros de la costa, me llevó casi dos meses terminarla. Ella me confesó que hacia como una semana había encontrado la balsa y que venía cada noche por la costa a ver si encontraba al dueño y la dejaba marcharse con él. Me dijo que estaba desesperada, que no podía más. La miré a los ojos y no se por qué le dije: “mañana, a la una de la mañana, trae agua.”
No supe cuando me quedé dormido. El amanecer me sorprendió, el sol acariciaba mi rostro. No estábamos lejos de la costa, ella me contemplaba con los ojos hundidos, casi perdidos. Nos miramos y empezamos a remar hacia el sur, al principio sin mucha convicción, después fuimos levantando el ritmo hasta alcanzar casi un frenesí que no se detuvo hasta que no sentimos la arena bajo los pies. Saltamos corriendo a la playa y a los pocos metros nos dejamos caer. No sentía mi cuerpo, parecía que flotaba. La playa estaba desierta, al rato nos levantamos y caminamos hasta una carretera cercana, se acercaba una manifestación, la precedía un coro cada vez más intenso “pin pon fuera, abajo la gusanera; que se vayan; que se vayan”. Solo alcance a ver como ella corría y se confundía dentro de la multitud, yo me quedé como clavado en el suelo. El grupo pasó indiferente a mi lado, ella iba con un cartel en alto que decía “pa lo que sea Fidel”. Nunca más la he vuelto a ver.

sábado, 15 de agosto de 2009

El augurio.


El hombre más viejo tomó al niño en brazos, lo levantó ante la mirada de toda la tribu, reunida al pie de la montaña, cerca de la piedra de los sacrificios, como lo indicaba la tradición. Nadie dijo nada, solo se escuchaba el ruido del viento sobre los árboles, se acercaba la tormenta, el rito para conjurar el huracán se había retrasado más de lo que el viejo cacique esperaba. El niño lloraba sin cesar, la madre, joven, casi una niña, tenía la mirada clavada en el viento, de sus pechos brotaba la leche, como si fuera un manantial cuyo cauce estuviera sujeto al llanto del pequeño. Un hombre fornido se acercó al anciano cacique y le ofreció un hacha, de piedra afilada. Miró, con una mezcla de orgullo y desdén, al niño, luego retrocedió hacia la multitud. El llanto y el viento lo abarcaban todo, el cacique se acercó a la piedra de los sacrificios, alzó la mirada al cielo, murmuró unas palabras, se detuvo unos instantes, como si esperara algo, colocó al niño sobre la piedra mientras elevaba su diestra y sostenía en lo alto el hacha, comenzó a arreciar el viento y las primeras gotas empezaron a humedecer el rostro de los presentes, el niño dejo de llorar, el viejo cacique parecía dudar, un relámpago iluminó el cielo mientras el hacha caía sobre la cabeza del inocente, un sonido seco, como cuando se abre un coco, silencio, sangre en el rostro del viejo cacique. Como si fuera un manantial teñido de rojo desciende la sangre desde la piedra de los sacrificios y baña los pies descalzos de todos, no era un buen augurio. Ha empezado a tronar. La multitud se dispersa chapoteando entre fango, lluvia y sangre. Caen árboles y vuelan los techos de los bohíos. Nadie hablaba. Aún llueve sobre la aldea.

miércoles, 12 de agosto de 2009

Crisis de identidad.


Acabo de regresar de las vacaciones, las primeras en muchos años. Durante las vacaciones conocí una prima de mi mujer y su esposo, que salieron de Cuba hace más de 30 años, además de su niño. Fueron unos días memorables, llenos de afecto, recuerdos e historias, cada uno hablando de la Cuba que lleva en la memoria, evocando imágenes, algunas dolorosas. Por momentos la nostalgia se apodera de nosotros y nos aprieta fuerte el alma. Una de esas noches recuerdo que me dije a mi mismo: “siento que ya no pertenezco a ningún lugar. Esa Cuba que evoco ya no existe, solo esta dentro de mi y a ella no quisiera volver, aún si todo cambiara creo que tampoco me sentiría cómodo en una Cuba que tiene tanto por construir, intentaría ayudar de alguna manera, pero volver, creo que no, no me parece que me adaptaría, pero este país, que hoy me acoge, tampoco es mi patria, hay mucho aquí que representa lo que soñé para mi, pero de alguna forma siento que tampoco pertenezco a este lugar, por más que la calle en que vivo parece una esquina de Centro Habana, con sábanas en los balcones incluidas, siento en el pecho un cosquilleo que me llama desde lejos, uno que se resiste a aceptar este aire como mi aire, este sol como mi sol, este cielo como mi cielo, y a esta tierra como mi tierra, siento que no pertenezco a ningún lugar”. El curso de mi pensamiento se ve interrumpido súbitamente, justo a mi alrededor corretea el hijo de los primos de mi mujer, un niño encantador de unos 9 años que nació y vive en California, coincidentemente se llama como mi hijo, la madre lo llama para que salude una amiga nuestra, que acaba de llegar. La señora se acerca y después de las presentaciones le dice al niño “entonces, tú eres el americano de la familia”, el niño, en un español con mucho acento, y como si de una ofensa se tratara, responde “YO SOY CUBANO, CUBANOAMERICANO”.

sábado, 1 de agosto de 2009

La gloria que se ha vivido.


Fragmentos de un diario de campaña.
4.30 am Acaba de sonar el despertador, me visto de manera apresurada, recojo los 2 sacos para el pan y salgo de casa. En la esquina tengo que regresar, olvidé la cabilla que uso para protegerme si me asaltan. Juanelo esta a oscuras, no hay un alma en la calle. Ya en la panadería, de la Virgen del Camino, no tengo que esperar mucho, compro suficiente pan, hasta llenar los dos sacos, me los subo al hombro y regreso atravesando Juanelo una vez más, la cabilla pesa en mi cintura y me molesta un poco al caminar, tengo que detenerme en más de una ocasión, estoy sudando. Finalmente llego a una cafetería, llamo al dueño, que se levanta, me abre la puerta, y recoge uno de los sacos de pan, hablamos un poco, lo veré en la tarde. Sigo caminando unas cuadras más y llego a otra cafetería, se repite todo el proceso y termino de dejar mi carga.
6.00 am Llego a casa, me dejo caer en la cama, la mujer acaba de levantarse, prepara el desayuno, se asea, se viste y sale para el trabajo, se fue sin despedirse.
7.00 am Hora de despertar al niño, esta un poco remolón, “vamos levántate, dale, que llegas tarde a la escuela, desayuna, tómate toda la leche, aséate bien, ven para arreglarte la pañoleta, tienes todos los libros, espérate, que termino de prepararte la merienda”, me cambio de ropa, me vuelvo a asear, tomo mi portafolios.
7.33 am Salgo con mi hijo de la mano, lo dejo en la escuela, me da un beso. Recorro caminando los 2 kilómetros que me separan del hospital, esta fresca la mañana, mucho tráfico, prefiero caminar, me siento libre de esa manera.
8.15 am Llegué tarde a la entrega de guardia, hay tres casos en observación, me toca clasificar en cuerpo de guardia.
9.00 am El salón de espera está abarrotado de pacientes, empiezo a ver casos.
9.51 am “….doctor, el problema es ella, solo quiere estar en casa de sus amigas, y no me atiende, yo llego a casa y ella nunca esta, esa juntera no me gusta, le llenan la cabeza de…”
10.34 am “ ….lo que más me excita, es cuando voy corriendo en medio de la noche, por el campo, el viento me golpea en la cara, y me vienen a la mente las imágenes de lo que acabo de hacer, cómo entré en la escuela, busqué el albergue de los varones y me masturbé mientras miraba sus cuerpos casi desnudos…”
11.47 am “….por favor docto, no cierre la puerta, es que me pongo muy nervioso, no puedo estar encerrado. Mis hijos están en España y quieren que yo vaya para allá, pero imaginese, como voy a resistir el viaje en avión….”
12.51 pm “…hay, que ojos mas lindos usted tiene…”
1.26 pm “…es que, estoy viviendo en la unidad, ya me quiero retirar, pero no tengo donde vivir, cuando vine de Angola, me dieron una casa, pero me divorcié hace como 6 años y se la dejé a mi mujer y a mi hija, ya ella se casó de nuevo y yo no tengo familia, mis padres ya murieron, allá en Holguín, allí no puedo volver, lo que quiero es morirme…”
2.29 pm Terminó la consulta, voy a hablar con mi jefa, me dice que no hay problemas, que puedo irme, pero que recuerde el seminario de mañana sobre terapia cognitivo conductual.
3.00 pm Regreso a casa caminando, tengo hambre y estoy muy cansado, siento como si todo el mundo que se sentara frente a mi, a contarme su historia, se robara un poco de de mi energía, al terminar el día me siento como una batería descargada, me duele la cabeza. Saco la discman, me pongo los audífonos y empiezo a tocar un disco de Rush, es como estar en medio de una película, las imágenes de la calzada de 10 de Octubre y la música que escucho no tienen nada que ver, pero de alguna manera encajan, la pieza se llama 2112. Se me alivió el dolor de cabeza.
3.55 pm Entré al agro y compré 10 libras de guayabas maduras, estaban a buen precio.
4.16 pm Llegué a casa y comencé a pelar las guayabas para hacer jugos, los pomos plásticos están limpios, la batidora ha estado fallando, espero funcione hoy. Se me está terminando el azúcar, mañana tengo que ver al bodeguero, a ver si me vende otro saco.
4.36 pm Recojo el niño en la escuela, conversamos un poco, lo llevo a merendar.
6.40 pm Terminé los jugos de guayaba, pongo los pomos en una mochila y los llevo a la cafetería, la misma que me compra el pan, hacemos cuentas.
7.03 pm Olvidé que no he comido nada, la mujer llegó del trabajo hace como una hora, me preparó un pan con tortilla, hablamos poco, me cambié de ropa y salí a la calle.
7.55 pm En el banco de películas, recojo una mochila con los estrenos de esta semana, reviso el papel con la lista de lo que alquilé ayer, y los títulos que prometí llevar hoy a algunos clientes.
8.13 pm La mochila está pesada, comienzo a hacer mi rutina habitual, en la esquina hay una patrulla, entro en casa de un cliente y me demoro todo lo que puedo, hasta que se va la patrulla, me alquilaron una novela, la mujer se queja de que una amiga ha visto capítulos que ella no ha visto, le explico que es un resumen, lo que ella ve, en realidad, son solo los últimos capítulos, que graba el hombre, que tiene la parabólica, a su conveniencia, y cuando puede.
10.48 pm El alquiler ha estado flojo, hace unos minutos me di cuenta que andaba por la calle hablando solo, despotricando del gobierno, en un monólogo interminable, me quedan un par de clientes por ver y regreso al banco a hacer cuentas y dejar las películas.
11.19 pm Regresé a casa, tomé un baño, la mujer me esta esperando para comer, ya el niño se durmió.
11.54 pm Comimos en silencio, mi mujer no habla y evita mirarme a la cara durante la comida, terminamos. Hago una pausa y le pregunto ¿Qué pasa? Ella no levanta la vista de la mesa, y, casi en un susurro, me dice, “me quiero divorciar”.
3.30 am No puedo dormir ¡¡¡¡¡¡¡¡¡ MIERDA!!!!!!!!!

martes, 28 de julio de 2009

Fábrica de neuróticos (2)


Como una maquinaria bien aceitada, el gobierno cubano, mediante el control absoluto del sistema educativo y de los medios de difusión masiva, ha moldeado durante décadas a los nacidos dentro de la revolución. Uno de sus objetivos fundamentales ha sido anular al individuo, hacerlo sentir parte de un colectivo, al que debe sacrificar sus sueños e intereses personales. Con apenas 11 o 12 años muchos niños parten a vivir en internados donde se les trata de manera masificada y la familia solo los ve por apenas unas 24 horas a la semana, es la escuela la que se encarga de depositar en el niño muchos de los valores que moldearan la manera en que éste enfrentará la vida en el futuro. El niño es visto como un cuenco vacío en el que depositar una ideología que responda a los intereses del colectivo, y los padres son despojados de su papel formador. Éste inculcar el desprecio por el individuo se traduce a nivel personal en autodesprecio, una falta de amor propio que hace al individuo manejable para los que ostentan el poder, socialmente hablando, y que es, además, una de las características del neurótico, lo curioso en el caso cubano es que los mensajes minusvalizantes, para el individuo, vienen de todas partes y dirigidos a todas las edades, van desde algo tan sencillo como la calidad de los productos de consumo que se le ofrecen a la población ( recuerdo por poner un ejemplo los tubos de pasta de diente, que eran, durante años, un tubo de aluminio, sin ni siquiera el nombre del producto), o el trato discriminatorio frente al extranjero donde los nacionales son tratados como ciudadanos de segunda categoría. Toda ésta estrategia viene disfrazada por la consecución de metas inalcanzables como puede ser la utopía de una sociedad sin ricos ni pobres, donde todos seremos iguales, y otras falacias por el estilo, constantemente se le envían a niños y adultos mensajes acerca de planes enemigos(el imperialismo yanqui, la mafia cubano americana de Miami) para justificar el fracaso y la miseria presente, si retomamos el sistema de creencias del hombre neurótico, las causas de sus fracasos siempre las encuentre fuera de si, hay un divorcio permanente con la realidad. Al igual que un neurótico, el hombre nuevo mantiene contacto con la realidad pero la elaboración que hace de ésta, está totalmente deformada, es de alguna manera la forma de manejar su propia frustración, construye en su cabeza un mundo ideal donde su autoestima queda a salvo, de esa elaboración han salido joyas tales como: “a Fidel lo engañan”, “cuando levanten el bloqueo se acabara la crisis”, “somos una potencia medica”….no tendría final la lista, en esto nos podemos preciar de ser un pueblo muy creativo, de sobra es conocido el chauvinismo crónico de los cubanos, eso no es invento de la revolución pero si diría que en estos últimos 50 años ha alcanzado su máxima expresión y si lo vemos bajo el prisma neurótico podría interpretarse como un mecanismo de defensa frente a la sensación de inseguridad, minusvalía y autodesprecio que subyace en el inconsciente colectivo de nuestro pueblo. No hay líder que sea capaz de esclavizar a todo un pueblo, si ese pueblo no esta dispuesto a entregarle su libertad, y a renunciar a la responsabilidad que tiene cada hombre de hacerse cargo de su propia vida.
Por suerte la vida es mucho mas compleja de lo que he tratado de mostrar aquí, las sociedades las componen individuos y en ellos se dan fenómenos variados que conducen al crecimiento personal, estoy convencido, en lo personal, que el hombre siempre tiende a la búsqueda de la felicidad y del amor, aún sin proponérselo, sigue ese derrotero. El hombre nuevo, es un hombre neurótico, inseguro, desconfiado y tiene la autoestima baja, pero no viene de otra galaxia, también es un hombre que va en busca de la felicidad, tiene el potencial de crecer y elegir hacerse cargo de su propia vida, mirando la realidad a la cara, cuesta mucho darse cuenta y anhelar el cambio, pero confío en que éste momento esté cada día mas cerca. La dictadura y los que ostentan el poder, a ellos se les acaba el tiempo, aunque la verdad es que nunca han sido dueños de el, están donde están, porque se lo hemos permitido.

lunes, 20 de julio de 2009

Fábrica de neuróticos (1)


Neurosis, es un término, actualmente, en desuso en las clasificaciones de enfermedades psiquiatricas. Las neurosis engloban una serie de síntomas y trastornos tan diversos como: ansiedad, fobias, trastorno obsesivo compulsivo, trastornos disociativos, depresión y otros. Los portadores del diagnostico de “Neurótico”, sin importar en que punto del espectro neurótico se encuentren, comparten una serie de características: ansiedad, inseguridad, miedo de hacerse cargo de su propia vida; suele haber un conflicto, muchas veces inconsciente, entre lo que el individuo siente (dolor, ira, autodesprecio, culpa, miedo, etc.) y lo que él cree que se siente obligado a sentir o expresar, ya sea por su educación, presión social etc, siendo la aparición del síntoma una especie de salida, a manera de conciliación, a este conflicto; a la persona le cuesta adaptarse a la realidad, se suceden los fracasos en las distintas esferas de su vida, aumenta el sufrimiento y se activa un mecanismo que refuerza la sensación de inadecuación y contribuye a perpetuar el síntoma; otra de las aristas de este fenómeno es que los síntomas funcionan como refugio para esconderse del miedo, el desamor y evitar asumir la responsabilidad por la propia vida, todo esto de manera inconsciente, el individuo llega a sentirse cómodo en la posición de enfermo, ésta le confiere un status bien definido, el status de enfermo, lo sitúa en el mundo y esto paradójicamente genera seguridad siendo una barrera importante a superar a la hora de intentar eliminar los síntomas. El neurótico, en el fondo, no es más que un niño asustado, atado al pasado, evitando la vida, renunciando a su libertad. El neurótico, en suma, paradójicamente aferrado a su problema, se resiste a crecer.
El Gobierno cubano en los últimos 50 años ha implementado políticas que intentan reforzar en el hombre, y desde la infancia, aquellos rasgos que están en la base del pensamiento neurótico, el “hombre nuevo”, fruto de ese propósito formativo, y que habita la sociedad cubana, es prueba de ello. Éste será el tema del próximo post.

martes, 14 de julio de 2009

Muros



Una de las últimas imágenes que guardo de Cuba es la del muro del Malecón. Solía caminar y sentarme en el muro, acudía allí cuando me sentía atribulado, cuando necesitaba respuestas a mi existir. Le lanzaba preguntas al mar, en silencio, con una complicidad que solo las olas y aquel muro conocen. En el Malecón aprendí como besar a una mujer, el fue testigo de amores y traiciones. Desde allí ví partir amigos, derramé más de una lágrima y dije más de un adiós. Una tarde de septiembre abandoné mi patria por el mar. Sentado en la proa del barco, encima de una balsa de salvamento, en silencio, le dije adiós al Malecón y a La Habana. Aquella línea de concreto se perdía en el horizonte, caía la tarde y a La Habana se la tragaba la noche.

Caminaba por los alrededores de la Ermita de La Caridad en Miami cuando descubrí el muro que la separa del mar. Un pedazo de concreto, estrecho y humilde si se le compara con el Malecón de La Habana. No había vuelto a ver el mar desde que abandoné Cuba, me acerqué al muro y empecé a caminar a lo largo de el, era mediodía y había un bochorno que cortaba el aliento. No podía apartar la mirada del mar, bajé la vista un instante y descubrí que estaba de pie sobre un graffiti “no pude verte por última vez, ten presente, abuelito, que quisimos que esto nunca hubiese pasado, te amo y sufro mucho” y cerca de ese, otro, y otro, y otro……. se me llenaron los ojos de lágrimas, y estallé en unos sollozos que no pude contener, así estuve por varios minutos, a solas, lanzando preguntas al mar y con el alma rota.

jueves, 2 de julio de 2009

Ítaca en la memoria.



Me contó que, frente a las costas de Ítaca, recordó cuanto me amaba. Yo, no la
olvidé.....
Nos casamos una tarde de julio.





ÍTACA (Kavafis)
Si vas a emprender el viaje hacia Ítaca,
pide que tu camino sea largo,
rico en experiencias, en conocimiento.
A Lestrigones y a Cíclopes,
o al airado Poseidón nunca temas,
no hallarás tales seres en tu ruta
si alto es tu pensamiento y limpia
la emoción de tu espíritu y tu cuerpo.
A Lestrigones y a Cíclopes,
ni al fiero Poseidón hallarás nunca
si no los llevas dentro de tu alma,
si no es tu alma quien ante ti los pone.

Pide que tu camino sea largo.
Que numerosas sean las mañanas de verano
en que con placer, felizmente
arribes a bahías nunca vistas;
detente en los emporios de Fenicia
y adquiere hermosas mercancías,
madreperla y coral, y ámbar y ébano,
perfumes deliciosos y diversos
cuanto puedas invierte en voluptuosos y delicados
perfumes;
visita muchas ciudades de Egipto
y con avidez aprende de sus sabios.

Ten siempre a Ítaca en la memoria.
Llegar allí es tu meta.
Mas no apresures el viaje.
Mejor que se extienda largos años;
y en tu vejez arribes a la isla
con cuanto hayas ganado en el camino,
sin esperar que Ítaca te enriquezca.

Ítaca te regalo un hermoso viaje.
Sin ella el camino no hubieras emprendido.
Mas ninguna otra cosa puede darte.

Aunque pobre la encuentres, no te engañara Ítaca.
Rico en saber y en vida, como has vuelto,
comprendes ya qué significan las Ítacas.

lunes, 29 de junio de 2009

El héroe, el villano y la teoría de la relatividad.

No recuerdo que edad tendría yo por aquel entonces, sé que era un mocoso de pelo rubio y lacio, cachetes rosados, eso mismo que están pensando, me parecía al niño que salía en la etiqueta de aquellas compotas rusas de los años 70, para completar tenía los ojos azules, ojos de gato como decía alguno de mis amigos, no se bien si por joder o por envidia, eso ya no importa. En aquellos días no era extraño ver en el televisor de casa, de una marca rarísima, norteamericano de los años 50, a Fidel hablando durante horas y horas, mis padres lo ponían a toda voz y no se movía nadie hasta que no terminara el discurso, mientras tanto yo me la pasaba jugando, entre los sillones de la sala, con indios y vaqueros , figuritas de plástico, que en su mayoría fueron heredadas de mi hermano, y mas viejas que Matusalén, un tesoro que a un hoy, en mis 40, no dejo de recordar con añoranza. De vez en cuando me sentaba en uno de los sillones y me ponía a escuchar al comandante, entonces entraba en un estado casi de trance, no recuerdo si entendía de lo que hablaba, pero en mi cabeza se iba formando una imagen, que estaba muy cerca de lo que sentía por Súper Ratón, aquel animado de Disney que tanto me gustaba y que desapareció un buen día de las pantallas de los televisores para ceder su lugar al tío “Stiopa”. Nunca me he podido explicar como era posible que estuviera tanto tiempo frente al televisor escuchando las cifras interminables de la producción de leche, con record incluido de Ubre Blanca, la vaca mártir de la revolución, la próxima agresión del imperialismo yanqui y un largo etc. Sería el tono de voz, la cadencia o la teatralidad que desplegaba Fidel en los discursos, ahora que soy un adulto y muy lejos de aquella fascinación que sentía por él, he vuelto a ver discursos de los años 70 y la impresión que me da es la de un demente, si le quito el audio es peor, parece una comedia, las muecas, los gestos exagerados, lo curioso es que muchos años después vi un fenómeno parecido en mi hijo, se quedaba idiotizado delante del noticiero, y eso que apenas sabia hablar. Alguien debería encargarse de estudiar esto. Recuerdo la primera vez que lo vi en persona, fue un día que mis padres me llevaron a la Plaza de la Revolución, había una concentración multitudinaria. En el pueblo, camiones y autobuses por todos lados esperaban llenarse para salir en caravana rumbo a La Habana, un jeep ruso, como los que usaba Fidel, con un altoparlante en el techo, recorría las calles desde mucho antes del amanecer arengando a todos a ir a la plaza, eso alternado con marchas y consignas de todo
tipo, era imposible no escucharlo. En casa estábamos en pie desde temprano, como de costumbre nos despertamos con el sonido de radio reloj, preparando todo para el viaje, agua y merienda. Mi padre tenía carro, un Skoda gris metálico e iríamos en el a la concentración, una vez en La Habana nos reuníamos con la gente del pueblo, pues cada municipio tenía reservado un sitio de reunión en la plaza. Mi madre, como siempre, era la última en estar lista para salir, siempre a sido muy presumida, así que tardaba en adornarse, como le gustaba decir, en aquella época mucha gente la tildaba de burguesa, de modo despectivo. Mi madre, que decidió abrazar el comunismo y confiaba en que ayudaba a construir la sociedad mas justa que se pueda imaginar, no renunciaba a vestirse con ropa de calidad y cuidar su bien surtido ropero, eso contrastaba con el estilo de la época donde, yo diría que se hacia una apología de la marginalidad, vestir como un obrero que regresa del trabajo o como un machetero que va para la caña era parte del look revolucionario , esos fueron los años en que empezó un fenómeno muy curioso, a juzgar por lo que la gente ponía en sus biografías, todos los cubanos teníamos un origen obrero - campesino, nadie venía de un hogar de clase media y mucho menos burgués, lo curioso es que con el tiempo lo del look revolucionario paso de ser un estilo a convertirse en la única opción, hasta para mi madre. Cuando todos estuvimos listos partimos rumbo a La Habana, la carretera central estaba congestionada, aún no existía la autopista y todo el tráfico era por esta vía. Aparcamos por Boyeros bajo un sol abrasador y las calles atestadas de gente, mi padre me sujetaba fuertemente de la mano no me fuera a extraviar, me dieron una banderita cubana sujeta a un palito de madera. Después de caminar como una hora, no habíamos dado con la gente del pueblo así que mis padres decidieron parar y situarnos en un portal que estaba algo elevado y se podía ver por encima de la gente, que colmaba la acera y formaba una barrera casi infranqueable. Unas personas que estaban cerca de mi comentaron cuando me vieron “ya llegaron los rusos” era por mi cara de niño de compota rusa, yo debía parecer un bombillo encendido, con el calor de aquel día, recuerdo que fue en la tarde, cerca de las 4 o las 5, esa frase no se me ha olvidado, no se por qué. Para matar el tiempo me entretuve jugando con mis indios favoritos, en una maceta con flores que había por allí. Del juego me sacó el sonido de unas sirenas. Mi padre me tomó en brazos y me puso sobre sus hombros, de manera que tenia una visión privilegiada, a lo lejos se veían venir unos “caballitos” como le decíamos a la motorizada, tras ellos un montón de carros, cada vez estaban mas cerca de nosotros, la gente se agolpaba en las aceras, los que estaban sentados se ponían de pié y se podía ver a ambos lados de la avenida un mar de gente agitando banderitas de colores. Ese espectáculo visual se me ha quedado grabado, y me imagino que no es por gusto, a lo largo de mi vida lo tuve que ver varias veces al año, durante muchos años de mi vida, lo único que cambió es que, en la medida que me fui haciendo mayor, cada vez me situaba mas lejos de la primera línea hasta que finalmente termine por darle la espalda. Ya pasan frente a nosotros los primeros carros, se acerca el conocido jeep ruso del comandante, viene en uno descapotado, a su lado viene un hombre que parece extranjero, muy blanco y con el rostro encendido, como yo, en traje y corbata, agitando la mano y diciendo adiós al público, Fidel le susurra algo al oído, se le ve sonreír, se oyen gritos de viva Fidel entre la multitud, mi cabecita de niño empieza a volar, entro en estado de trance y mi mente se marcha lejos, alguien a mi lado saca un arma para dispararle a Fidel, lo veo y me asombra que nadie más se percate de lo que esta a punto de suceder, salto desde los hombros de mi padre, caigo sobre el presunto magnicida y con unos golpes de karate lo desarmo e inmovilizo, se hace un circulo a mi alrededor, nadie sale huyendo , todos me miran, tengo todo bajo control mientras llegan los agentes de la seguridad, Súper Ratón pasa volando y desde lo alto me hace un guiño de complicidad, habría sido mas apropiado que apareciera el tío “Stiopa”, pero la verdad es que no se apareció por todo aquello, a mi lado la multitud aplaude entusiasmada. De repente siento que alguien me toma bajo los brazos y me levanta en peso, salgo de mi ensoñación y me percato de que es mi padre que me baja de sus hombros, solo alcanzo a divisar la caravana de carros que se aleja de nosotros, alrededor todos se marchan, han sido solo unos minutos lo que a durado esta visión, un mar de banderitas yace en el piso y son pisoteadas por una multitud indolente, tengo hambre, sed y estoy cansado. Regresamos al carro, caigo rendido en el asiento de atrás y no despierto hasta que no llegamos a casa, en el camino vuelvo a soñar con Fidel, Súper Ratón y el magnicida, me siento feliz recreando la escena.

Ese sueño se repetiría más de una vez a lo largo de mi vida, solo que con el paso del tiempo la sensación iría cambiando drásticamente, el sueño paso a convertirse en pesadilla, una especie de disparate de la mente infantil, hasta vergüenza me produce aceptar haber tenido alguna vez semejante fantasía. Enciendo la TV y veo a un niño cubano, de cachetes rosados, pelo lacio y ojos azules, en una tribuna, hablando, como un autómata, de las bondades del socialismo, de lo mucho que quieren a Fidel los niños cubanos, y no dejo de preguntarme, cuántos desengaños necesitará para desalojar de su cabecita semejante pesadilla. Pienso entonces en Súper Ratón y mis indios de plástico, ellos nunca me defraudaron, aún siguen siendo héroes de verdad, protagonistas de batallas interminables, donde triunfa el bien y ganan los buenos, siempre listos para llenar la mente de un niño de auténticos sueños.

viernes, 26 de junio de 2009

¿Cómo lo hicieron ellos? (1)


Polonia, el fenómeno "Solidaridad".
Estaba buscando informacion sobre los origenes del sindicato "Solidaridad" con la idea de entender como habian logrado derrocar al comunismo y di con un sitio del gobierno polaco donde se narra el curso de los acontecimientos que ocurrieron entre el 14 de agosto de 1980 y diciembre de 1981. Me parecio sumamente interesante pues ademas de la cronología de hechos que se describen , se pueden leer la visión de algunos de los protagonistas de aquellos dias, figuras del entonces gobierno polaco, dirigentes de solidaridad, de la iglesia católica, obreros, fragmentos de decisiones tomadas por el gobierno, o informacion de la posición del gobierno Soviético y sus recomendaciones al gobierno polaco acerca de como manejar la crisis. En el presente post incluyo solo un fragmento que en la pagina original esta diseñado en forma de multimedia, los invito a acceder a dicha pagina haciendo click sobre el titulo del post. Agradezco si algun comentarista tiene o encuentra informacion que amplie la presente que por favor la incluya en los comentarios o el link para acceder a ella, la idea que tengo es crear una especie de base de datos donde todos los interesados en el triunfo de la democracia en Cuba puedan acceder a informacion donde hallar las herramientas necesarias para promover dicho cambio. Gracias.



Diario de Independencia núm. 1

14 de agosto 1980 (jueves)

* Los obreros de los Astilleros Lenin de Gdansk interrumpen el trabajo. Se convoca el Comité de Huelga.

* Postulados principales: readmitir en el trabajo a Anna Walentynowicz y a Lech Walesa, activistas de Sindicatos Libres despedidos, no reconocidos por el Estado; erigir un monumento a los obreros de los astilleros caídos durante la protesta de diciembre de 1970; subida de salarios.




Jerzy Borowczak (obrero de los Astilleros):

Llegué a los Astilleros a las 4.15. Después de colgar los carteles preparé las octavillas, tenía 500 ejemplares y a cada uno que entraba en los astilleros, le daba una octavilla diciendo: “¡Toma y leela! Hoy todos los astilleros están en huelga”.

Nos reunimos unas 30 personas y marchamos. Dos colegas que van al frante llevan un cartel. La gente sale de todas partes para ver qué pasa. Les gritamos: ”¡Parad las máquinas y venid con nosotros!”. Muchos se nos unen. Ahora, formando ya un grupo numeroso, pasamos el puente. [...]

Éramos ya más de 1000 personas, la manifestación crecía de tal manera que ya no se veía su final. Yo me subía, de vez en cuando, a algún poste para ver dónde acababa la manifestación. Entonces ya estábamos seguros de que lo íbamos a conseguir. La gente salía de las bodegas, de los buques, subía las escalas, en lo alto, nos veía, y bajaba. Así que veíamos que por momentos éramos más y más. […]

Subimos a una excavadora que en seguida fue rodeada por la muchedumbre. Pronunciamos un discurso: ”Tenemos que elegir el comité de huelga. Necesitamos personas de confianza que tengan autoridad en sus brigadas. Que se presenten.”. Entonces apareció el director con su séquito, le invitamos a la excavadora y le ayudamos a subir. Cuando el director empezó a hablar, de pronto, apareció Leszek Walesa, se acercó por detrás al director y con una voz grave le preguntó: ”¿Me reconoce usted? Trabajé diez años en los Astilleros y sigo sintiéndome obrero de los astilleros, porque tengo la confianza del personal. Ya llevo cuatro años sin trabajo”. Y después dijo: ”Empezamos una huelga de brazos caídos”
..................................................................................................................continuará.

(haga click sobre el título del post para ver fuente y multimedia completa)

jueves, 25 de junio de 2009

La banda sonora de mi vida



A mi hermano le debo el gusto por la música y en especial por el rock. La música inunda toda la casa, mi hermano esta sentado frente al tocadiscos Sanyo , el primer tocadiscos más o menos decente que entro al país después de la revolución, obsesivamente mide la distancia entre los altavoces y calcula donde poner el sillón para que el sonido llegue a él con la calidad óptima, hace marcas en el piso con lápiz para saber exactamente donde van los altavoces y asegurarse que no se han movido de lugar , se sienta y comprueba una y otra vez si lo escucha bien, revisa la aguja, le quita el polvo con un pincel , busca el disco de Woodstock lo examina detenidamente asegurándose que este limpio , si no es así lo lava con agua y jabón, eso no deja ni una partícula de polvo. Aquellos discos eran un tesoro conquistado a fuerza de mucho sacrificio, no se conseguían en ningún lugar, no se vendían en las tiendas estatales de discos, que además eran las únicas tiendas, pues todo era estatal, casi siempre llegaban al país de manos de un marinero, diplomático o familiares de diplomáticos, músicos o funcionarios del gobierno que salían al extranjero, allí los compraban, unas veces con la idea de revenderlos en Cuba y otras por simple placer. Una vez en el país pasaban de mano en mano de forma clandestina, se vendían a precios elevadísimos en el mercado negro y costaba mucho localizarlos, no había un catálogo para escoger, había que fajarle a lo que apareciera, de manera que quien lograba entrar en posesión de uno de aquellos discos, sentía que eran mucho mas que una placa de vinilo, llena de surcos. Yo sentía y aún siento una gran veneración por aquellas placas, las portadas con una estética tan diferente al mundo en que vivía, llenas de colores e imágenes llamativas, plagadas de nombres que entonces me sonaban raros, como, Santana, Rush, Black Sabbath, Deep Purple, Led Zeppelín, Emerson Lake and Palmer, King Crimson, Osibisa, The Doors, Pink Floyd, una lista interminable. Cuando todavía yo correteaba en calzoncillos por la casa y apenas balbuceaba unas pocas palabras, los Beatles colmaban todo mi espacio sonoro, de esa manera nadie se sorprendió que aprendiera mis primeras palabras en Inglés a temprana edad “don´t let me down”. Cuando mi madre llamaba a comer nos sentábamos a la mesa con Jimi Hendrix de fondo, en Woodstock, tocando “Star Spangled Banner”, aquel sonido envenenado no era precisamente lo mejor para la digestión, quien la conoce sabe bien de lo que hablo y mis padres que ya pasaban de los 50 resistían pacientemente. Justo ahora me doy cuenta del tremendo esfuerzo que seguro hacían por amor a nosotros, y digo nosotros porque en la época que cuento se trataba de mi hermano y yo era un simple espectador, pero la verdad es que también disfrute de la misma libertad cuando me llego mi hora. Debe haber sido difícil de conciliar tener un hijo roquero, y con pelo largo, con las orientaciones del partido que tildaban de diversionismo ideológico oír a los Beatles o llevar melena, aquello era mucho mas que una orientación del partido, no eran raros los casos de lugares donde la policía del pueblo le echaba mano a un melenudo en la calle y lo pelaba a la fuerza en la estación de policía, o que expulsaran a alguien de la universidad por escuchar la música del enemigo, todo en nombre de la justicia revolucionaria, la unidad y la lucha de clases. Cómo se las arreglarían mis padres para acomodar esto en su cabeza, es algo que nunca les he preguntado y ahora quizás ya sea demasiado tarde para hacerlo. En medio de aquel ambiente crecí y desde pequeño imitaba a mi hermano, había días que arrancaba a poner música a las nueve de la mañana y no paraba como hasta la una, siempre en un tocadiscos viejo que había en casa y que era como una maleta, la tapa era el altavoz, de color gris, me parece estarlo viendo, creo que aún esta en algún rincón por casa de mis padres, donde no se tira nada, no fuera a ser que luego hiciera falta. Tenia una colección de discos para mi uso muy variada, cuentos infantiles grabados en los años 50, algunos de 33 rpm y otros de 72 rpm, estos últimos de color rojo, ahí escuché "La caperucita roja", "Los tres cerditos" , "Cenicienta", "Estudios para piano de Chopin", "Rapsody in Blue" de Gershwin, "La orquesta Aragón", "Carlos Puebla", y muchos otros que no recuerdo. Había un disco de 45 rpm que tenia “La internacional” por una cara y por la otra una pieza que decía “…ese monstruo sin piedad, que es la guerra imperialista, se ha llevado a muchos niños, y hoy nos vuelve a amenazar…” creo que se llamaba "Todos los niños del mundo", aquella letra era como la banda sonora de una película de terror, ahora lo pienso y no se me ocurre otra cosa más que fuera inspirada por el terror revolucionario, no se como no me traumaticé y junto conmigo toda la generación que escuchó semejante bazofia, aunque pensándolo bien quizás se salieron con la suya, y sí, nos traumatizamos. La infancia de mi generación esta llena de cosas como esta, cada día de nuestra vida escolar empezaba con un “pioneros por el comunismo, seremos como el Che”, quizás ahí este una de las claves para entender como se maniato la voluntad y las ansias de libertad de más de una generación.
Han pasado más de 30 años y aún mi hermano sigue siendo un melómano incurable, se mudo de país, aunque no de hemisferio, ya peina canas y es abuelo, en el piso hay unas marcas que señalan donde colocar los altavoces . Mis padres aún están en Cuba, ellos siguen escuchando la misma música. Por mi parte yo también cambié de cielo y pagué ese y otros precios para ser libre, no sé que habría sido de mi vida sin aquellos discos y aquella música que mi hermano me enseñó a apreciar y atesorar, escucharlos era una afirmación de independencia y ansias de ser, eran el sonido de la libertad, de un mundo diferente, lejano, prohibido y seductor, también doy gracias a mis padres por dejar junto a Carlos Puebla y La Internacional a Chopin y a Gershwin, quizás sin proponérselo, todos me mostraron que el mundo era mucho más complejo que el monstruo imperialista y la lucha de clases. Gracias a mi familia por esbozar la banda sonora de mi vida.

viernes, 19 de junio de 2009

Adagio

jueves, 18 de junio de 2009

Monólogo

Con Menudos Pedazos solo deseo hablar de mi. Aún cuando el tema sea lo mas alejado de mi humanidad que pudiera imaginar, solo deseo hablar de mi......... conmigo. ¿Están todos de acuerdo? Por unanimidad decidimos empezar este monólogo, yo y ese otro que se parece tanto a mi.

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